La Química
Reforma de cuatro vivendas
Zaragoza (Spain)
2012-2018
Arquitecto
Juan Carlos Salas
Fotos
Beatriz Pineda
Contratistas
Algra
Esmaltec
Superficie
53-55m2
La Química es la denominación coloquial de un barrio de Zaragoza, ligado al desarrollo de esta industria a principio del siglo XX, caracterizado por un tejido residencial compuesto por viviendas obreras para población proveniente mayoritariamente de zonas rurales. Estos cuatro apartamentos se sitúan en dentro de un bloque residencial construido los años 50, han quedado obsoletos debido a un excesivo fraccionamiento de sus dependencias interiores, aislamiento térmico ineficiente y antigüedad de sus instalaciones. Los promotores plantean para ellos una reforma integral para darles un nuevo uso en arrendamiento, potenciando sus excelentes condiciones de ventilación y soleamiento, preservando en la medida de lo posible su carácter histórico e incorporando adaptaciones normativas.
Los cuatro proyectos crean un espacio de día polifuncional vinculado al acceso a la vivienda, conectando habitaciones delanteras, cocina y pasillo preexistentes mediante la demolición de tabaquerías, mientras que mantienen la distribución de habitaciones traseras y baño. Para ello se descubre la estructura portante del edificio, un sistema porticado de hormigón armado, se conservan elementos constructivos que preservan rasgos de la identidad original de los apartamentos, como carpinterías y pavimentos, y se renuevan por completo las instalaciones. Además se incorpora un nuevo falso techo sobre las zonas de día que sirve como aislamiento adicional y trazado de la mayor parte de las nuevas instalaciones. Toda la superficie de paredes y techos se pinta en blanco neutro, se elige un acabado blanco brillo para azulejos, carpinterías y mobiliario renovados, mientras que los pavimentos adquieren tonalidades de hormigón cuando son sustituidos.
La Química es la denominación coloquial de un barrio de Zaragoza, ligado al desarrollo de esta industria a principio del siglo XX, caracterizado por un tejido residencial compuesto por viviendas obreras para población proveniente mayoritariamente de zonas rurales. Estos cuatro apartamentos se sitúan en dentro de un bloque residencial construido los años 50, han quedado obsoletos debido a un excesivo fraccionamiento de sus dependencias interiores, aislamiento térmico ineficiente y antigüedad de sus instalaciones. Los promotores plantean para ellos una reforma integral para darles un nuevo uso en arrendamiento, potenciando sus excelentes condiciones de ventilación y soleamiento, preservando en la medida de lo posible su carácter histórico e incorporando adaptaciones normativas.
Los cuatro proyectos crean un espacio de día polifuncional vinculado al acceso a la vivienda, conectando habitaciones delanteras, cocina y pasillo preexistentes mediante la demolición de tabaquerías, mientras que mantienen la distribución de habitaciones traseras y baño. Para ello se descubre la estructura portante del edificio, un sistema porticado de hormigón armado, se conservan elementos constructivos que preservan rasgos de la identidad original de los apartamentos, como carpinterías y pavimentos, y se renuevan por completo las instalaciones. Además se incorpora un nuevo falso techo sobre las zonas de día que sirve como aislamiento adicional y trazado de la mayor parte de las nuevas instalaciones. Toda la superficie de paredes y techos se pinta en blanco neutro, se elige un acabado blanco brillo para azulejos, carpinterías y mobiliario renovados, mientras que los pavimentos adquieren tonalidades de hormigón cuando son sustituidos.